Apegos
- Graciela Muñoz

- 10 oct 2017
- 3 Min. de lectura
A lo largo de la vida, los seres humanos nos apegamos a muchas cosas. Y esto por lo general es por seguridad. Desde que somos chiquitos nos enseñamos a decir MIO. Y decimos es MI mamá, es MI coche, es MI música, etc. Esto ayuda a nuestro cerebro a determinar con que cuento y con que no, que es mio y que es de los demás. Esto es para saber con que contamos y con que no o que cosas necesitamos para nosotros y que los demás tienen. Así que tampoco es algo malo.
La cuestión aquí es que los apegos nos estorban muchas veces. Imagina que tienes una pluma en tu mano, y la sientes tan tuya que ya no la sueltas para nada, y la utilizar para todo, la cuidas, etc. Pero llega un momento en que te das cuenta que no puedes escribir en tu celular a gusto, o que no te puedes bañar bien, o que no puedes cocinar, o trabajar, o cualquier cosa que hagas con tus manos y necesites las dos desocupadas. En ese momento es cuando tendrías que soltar la pluma para poder hacer todo lo demás. El apego que le tengas a la pluma es el que te va a permitir que la puedas soltar o no. Si o la puedes soltar, porque sientes que algo te falta, o te sientes inseguro, o no sabes como mover la mano sin ella, ahí es donde radica el problema, porque no puedes estar con ella pero tampoco puedes hacer otras cosas con ella. Por eso los apegos llegan a estorbarnos, y los tenemos con personas, cosas, pensamientos, situaciones, etc. Si yo no suelto ese apego, no voy a poder avanzar, no lograre las metas y objetivos que tengo en mente. A final de cuentas es mi decisión si me quedo como estoy (zona de confort) o cambio y dejo la pluma, aun con todas las dificultades de la vida.
Cuando dejamos de apropiarnos de las cosas, situaciones, personas, o lo que sea que nos apropiemos, la vida se vuelve mas ligera, porque no tengo que cargar con nada, viajamos ligeros, y eso nos ayuda a que todo sea mas fácil, porque ya no estoy pensando que tengo que cuidar tantas cosas, como una apariencia, o una ideología, o con miedo a que mi pareja me deje o mis hijos se vallan o mil cosas mas. Se que no es fácil, se que suena sencillo pero estamos tan comprometidos con todo lo que tenemos y tenemos tanto miedo de que no lo quiten que no queremos dejar ir nada. Incluso con nuestra "personalidad" pareciera que si cambio algo dejo de ser, dejo de existir, y eso es muy duro para muchas personas, muy fuerte porque es con lo se identifican 100%. Por eso cuando a un jugador de fútbol le quitan una pierna o a un atleta le falta alguna parte de su cuerpo se desmoronan tan fácil, es como si ya no sirvieran para nada, sin darse cuenta que tienen mucho mas, y que se pueden hacer millones de cosas mas y que incluso hasta pueden estar relacionadas con lo que les apasiona y aman.
Por eso te invito a que sueltes, a que dejes ir, comienza con cosas pequeñitas, cosas que sepas que no te importan tanto y que puedes estar tranquilo, y después sigue con otras cosas, pensamientos, etc.
SUELTA tranquilamente, fácilmente, saludablemente con cada respiración.













































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